Se trata de un sencillo edificio del Siglo XVIII, de bajo más dos platas con dos balcones en cada una. El de la primera es un balcón corrido. La sencillez de su arquitectura contrasta con la belleza de sus pinturas murales, de las que destaca la representación de una mujer en negro sobre un rojo que recuerda los tonos de las pinturas romanas de Pompeya. Sobresalen los rasgos de su rostro, su tocado rizado y un elegante vestido largo con gran escote. Porta un cáliz cubierto en su mano derecha. Estas hermosas pinturas son muy diferentes al resto de las recuperadas en Málaga y vienen a enriquecer, la ya valiosa muestra de más de un centenar de pinturas murales del Casco Histórico de Málaga . Si los cierros son el sello de identidad de la arquitectura del XIX y principio del XX en nuestra ciudad, las pinturas murales lo son de los inmuebles de finales del XVII y XVIII. Cualquier edificio, por hecho de contar con una de estas dos bellas ornamentaciones, debiera ser protegido y restaurado . Sin embargo, vemos como día a día siguen derribándose y ,destruyendo así, una parte muy importante de nuestro patrimonio . El último caso fue en calle Tomás Heredia. Aun así, nos alegramos de la recuperación de este edificio de calle Carretería y felicitamos a sus promotores por la iniciativa.
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